miércoles, 7 de octubre de 2009

Historia De La Universidad De Guadalajara (UdG)

La Universidad de Guadalajara (U. de G.) es una institución educativa pública, que tiene su sede en la ciudad de Guadalajara en el estado de Jalisco en México. Cronológicamente, es la segunda universidad en México, la cuarta en América del Norte y la decimocuarta en Iberoamérica. En términos de cantidad de población estudiantil ocupa el segundo lugar en el continente (195,116 estudiantes de profesional medio, bachillerato, técnico superior, licenciatura y posgrado).
El proceso de creación de la universidad fue lento y laborioso, llevando cerca de un siglo. El primero en solicitar la creación de una universidad en Guadalajara fue fray Felipe Galindo Chávez y Pineda, que solicitó al Rey Carlos II de España la elevación del Real Seminario Conciliar de San José al rango de Real Universidad, el 12 de julio de 1696.
El siguiente personaje en abogar por la causa de la Universidad fue el licenciado
Matías Angel de la Mota Padilla, quien en el año de 1750 hizo que el ayuntamiento de la ciudad tomara el proyecto de universidad como una de sus prioridades.
Sin embargo fue sólo después de la expulsión de todos los integrantes de la
Compañía de Jesús de los territorios españoles en 1767, que la necesidad de una universidad en la región de la Nueva Galicia se hizo apremiante. Debido a que tal compañía administraba los dos colegios más importantes de la ciudad: el Colegio de Santo Tomás y el de San Juan Bautista.
El 12 de diciembre de
1771 arriba a la ciudad quien se considera que es el principal responsable de la fundación de la Universidad: el clérigo fray Antonio Alcalde y Barriga, nuevo obispo de la diócesis de Nueva Galicia. Quien en 1775 responde a una cédula real del Rey Carlos III de España, en la cual le solicitaba comentario sobre la conveniencia de una universidad en la ciudad. La respuesta totalmente afirmativa, su involucración personal en el proyecto y su capacidad de involucrar a varios actores de la ciudad hacen que en el año de 1791, el Rey Carlos IV de España promulgue una cédula real declarando la fundación de la Universidad de Guadalajara.
Entre 1821 y 1924 la universidad sufrió numerosos cambios, incluyendo clausuras temporales, fracturas, refundaciones y cambios de denominación, provocadas en más de una ocasión por motivos políticos.
El
14 de junio de 1821, el rector Diego Aranda y Carpinteiro juró obediencia en nombre de la universidad al representante de los independentistas del Plan de Iguala, el general Pedro Celestino Negrete. Con este reconocimiento la universidad perdió el título de "Real y Literaria Universidad de Guadalajara" y pasó a convertirse en la Universidad Nacional de Guadalajara, abandonando el escudo otorgado por la monarquía española y tomando el de los independentistas.
A pesar de tal declaración de lealtad, la primera clausura temporal del establecimiento la decretó
Prisciliano Sánchez, el primer gobernador del estado de Jalisco, en 1826, debido al turbulento estado de la economía y la política del país luego de la independencia.
La institución reabrió sus puertas en
1834.Durante este período la enseñanza media y superior pasó al dominio directo del Gobierno del Estado, regulándola por medio de los siguientes organismos:
La Junta Directiva de Estudios del Estado, de
1868 a 1893
La Dirección de Instrucción Pública del Estado, de 1893 a
1903
El Consejo Superior de Instrucción Pública del Estado y la Dirección de Instrucción Pública del Estado, de 1903 a
1920
El Departamento de Educación Preparatoria y Profesional del Estado y la Dirección General de Educación y Beneficencia Públicas del Estado, de 1920 a
1925.
En el año de 1925 entra en vigor la Ley Orgánica del 25 de Septiembre de 1925. El gobernador José Guadalupe Zuno Hernández convocó en junio de 1925 a un grupo de profesores, intelectuales y profesionistas para perfilar el sentido y la organización de la nueva Universidad y de cada una de sus dependencias. De las reuniones, celebradas en Palacio de Gobierno por el presidente del estado, en aquel entonces Rodrigo Peralta.
A partir de las inquietudes que manifestaron varios intelectuales y artistas en las reuniones del Centro Bohemio, la conferencia sustentada por el ingeniero Juan Salvador Agraz Ramírez de Prado sobre el proyecto de fundar "La Universidad Nacional de Guadalajara" y las nuevas orientaciones emanadas de la Revolución mexicana de 1910, el gobernador de Jalisco, José Guadalupe Zuno Hernández, restauró por tercera ocasión la Universidad de Guadalajara en 1925, nombrando rector al profesor Enrique Díaz de León.
Participaron muy activamente en las juntas preparatorias a la restauración de la Universidad, además del ingeniero Agraz, del profesor Díaz de León y del gobernador Zuno (quien las convocó y las presidió), las profesoras
Irene Robledo García y Catalina Vizcaíno, el arquitecto Agustín Basave del Castillo Negrete, los presbíteros Severo Díaz Galindo y José María Arreola Mendoza, el doctor Juan Campos Kunhardt, el abogado Ignacio Villalobos Jiménez y los profesores Adrián Puga Gómez y José Ignacio Calderón Bonilla.
El 7 de septiembre de 1925, el Congreso del Estado autorizó al gobernador Zuno para que expidiera la Ley Orgánica de la Universidad, promulgándola el 25 del mismo mes. Las dependencias universitarias serían: Escuela Preparatoria de Jalisco, Preparatoria para Señoritas, Facultad de Farmacia, Facultad de Ingeniería, Facultad de Medicina, Facultad de Jurisprudencia, Facultad de Comercio, Normal Mixta, el Observatorio Meteorológico del Estado y la Biblioteca Pública del Estado.
La ceremonia de inauguración de la Universidad se celebró el 12 de octubre en el Teatro Degollado, y fue presidida por el secretario de Educación Pública,
José Manuel Puig Casauranc, y el gobernador Zuno; fueron universidades madrinas las de Salamanca, México, París y California, las cuales enviaron a sus representantes. En el discurso oficial, el rector Díaz de León señaló como objetivos de la institución:
Va la Universidad a formar hombres. "El grano que tú siembras son almas", decía el moralista; pero para ello precisa que desatienda lo mismo del brillo oropelesco de las vanidades que no conducen a nada, como de las risas que quieren ser punzantes de los que necesitan reír para que cobije la frase de Rabelais. Precisa arrancar el vicio que por serlo tiene profundas y dolorosas raíces; no tener la obsesión del pasado, sino la mano atenta a las pulsaciones del momento, la vista a los mirajes del mañana...
En seguida hizo una enérgica crítica a las universidades de modelo clásico y llamó a desentrañar, pues, todas las facultades, hacer surgir la fuente en la que abreven todas las ansias de conocimientos, debe ser el ideal de la educación. Abrir de par en par las puertas a toda vocación, vocación en el sentido prístino de la palabra. Vocare: llamar. Sí, llamar... debe ser una voz que llame a los hombres para que puedan descifrar su enigma...
Y concluyó dirigiéndose a los estudiantes: "Jóvenes estudiantes: vosotros sois la médula de esta obra. Sois el fin y sois el principio de ella. Sois la Universidad".
Al terminar el acto inaugural, las autoridades gubernamentales y universitarias se trasladaron al antiguo edificio de la Universidad para firmar el acta de restauración, en tanto los estudiantes festejaron el acontecimiento con serenata, desfile y un combate de flores.


Bibliografia:http://es.wikipedia.org/wiki/Universidad_de_Guadalajara

1 comentario:

  1. Hola

    Al hacer este trabajo de la U de G me di cuenta de la verdadera historia que hay detras de esta gran institucion, de por todo lo que a pasado, pero que a valido la pena...

    Y ahora es una de las mejores instituciones que existen a nivel mundial.

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